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18 de diciembre de 2017

Rolls Royce contra las cuerdas tratando de dar una solución, a los problemas ocurridos en los motores de los B789 de Air New Zealand.

A comienzos de mes, Air New Zealand anunciaba que entre el 7 y 10 de diciembre, cancelaría seis vuelos internacionales y reporgramaría otros para realizar trabajos urgentes de mantenimiento en los motores Rolls-Royce Trent 1000 que impulsan la flota de Boeing 787-9 Dreamliner.

La aerolínea explicó que luego de haber tenido dos incidentes con los motores, Rolls-Royce les indicó que “se requiere un mantenimiento antes de lo que se había indicado.”

Por otra parte explicó que Rolls-Royce no tiene motores adicionales para reemplazar a los que reciben el mantenimiento, por lo que las cancelaciones y modificaciones en vuelos son inevitables. Los servicios afectados son desde Auckland a Houston, Shanghai, Buenos Aires, Christchurch, Osaka, Singapur, Sidney y Rarotonga

La Comisión Investigadora de Accidentes de Transporte de Nueva Zelanda informó que están investigando “anormalidades con motores” de dos B787 de Air New Zealand que ocurrieron el 5 y 6 de diciembre.
El primer incidente ocurrió con un 787-9 (ZK-NZE) que cubría el vuelo NZ99 a Tokio Narita con 268 pasajeros y 14 tripulantes a bordo. El avión estaba ascendiendo luego de despegar de la pista 23L de Auckland cuando se nivelaron a FL150 por vibraciones y sonidos anormales en un motor. La tripulación apagó el motor y regresó a Auckland, donde aterrizó de manera segura 50 minutos después de haber despegado. Pasajeros reportaron que el avión se sacudió violentamente, hubo ruidos extraños y la energía eléctrica se fue por unos momentos.
El segundo hecho, fue el 6 de diciembre, otro B787-9 (ZK-NZF) vuelo NZ30 que corría la ruta hacia Buenos Aires cuando, en el ascenso, la tripulación recibió indicaciones anormales de uno de los motores; redujeron la potencia a Idle y se nivelaron a FL180 para soltar combustible y luego volver a Auckland, donde aterrizaron una hora y 20 minutos después del despegue. La aerolínea informó que había vuelto por “requerimientos de ingeniería”.

Por su parte, el fabricante Rolls-Royce se disculpó por las afectaciones y aseguró que ambas empresas están trabajando para que los motores regresen a operaciones lo más pronto posible.

Cabe destacar que, este tipo de problemas ocurrieron durante el 2016, pero en los B787 de la empresa japonesa ANA. Las fallas se presentaron en el compresor de los álabes del motor, donde se encontraron muestras de corrosión. Por tal motivo, la compañía debió cancelar nueve vuelos de un día para el siguiente y otros nueve para las semanas subsiguientes, ocasionando pérdidas que ascendieron a los 800 mil dólares. Es posible que en los futuros meses continúen las cancelaciones.

En aquel momento, Rolls-Royce informó que el problema con los motores sólo se había presentado en los 787 de la aerolínea japonesa. ¨Se trata de un problema que se puede resolver. Dado el uso intensivo, el desgaste natural en los motores se produce antes¨, señaló a Reuters el presidente ejecutivo de la compañía inglesa, Warren East. 

Con los recientes incidentes ocurridos en los motores de Air New Zealand, ha quedado claro que no hay garantías de que no seguin existiendo este tipo de fallas en el resto de las aerolíneas (British Airways, Air China, LATAM y Singapore Airlines) que utilizan con RR Trent 1000 en sus 787.
En lo que refiere al vuelo NZ30 que une las ciudades de Auckland con Buenos Aires, Air New Zealand decidió volver al operar la ruta con Boeing 777-200(ER) como cuando inició sus operaciones en diciembre de 2015.