El próximo 23 de mayo los reguladores globales se reunirán primero con Boeing y luego con la FAA (Federal Aviation Administration) para revisar la certificación del 737 MAX su sistema MCAS junto al proceso de reparación y recertificación del avión.
Poco después de la puesta a tierra de los MAXs por parte de la FAA, última agencia en hacerlo, hubo varios informes de noticias mostrando las intenciones que tenía la Administración de buscar consenso con los reguladores globales, antes de ponerlos nuevamente en servicio.
Asimismo, fuentes cercanas al organismo han deslizado que está preparado para actuar por si solo, independientemente de las acciones, procesos y determinaciones que llevan a cabo los reguladores globales.
Boeing 737-8 MAX GOL en Ezeiza |
En este sentido, la FAA ha sido bastante clara desde el principio de que su examen del MCAS y la actualización en el software serían independientes de lo que el resto del mundo esté haciendo. Más allá de lo se defina en la reunión y la autonomía que tiene cada país para definir el futuro del avión, en última instancia, la FAA tomará su decisión basándose en los hechos por lo que no habría necesidad de mantener a los MAXs en tierra, una vez que los datos muestren que está listo para volar.
En el viejo continente, creen que el estatus de la FAA como un líder mundial indiscutible está en riesgo, por lo que la agencia reguladora europea, EASA, tiene una postura fuerte e independiente, a pesar de las presiones ejercidas por los operadores del MAX en Europa. Es por ello, que el proceso de certificar nuevamente al avión avanza muy lentamente.
En Asia, la Administración de Aviación Civil de China (CAAC) parece estar conectada de alguna manera con la amplia guerra comercial entre Estados Unidos y el país asiático. En este caso, el organismo está buscando aprovechar esta oportunidad única para aumentar su influencia en la aviación global. En consonancia, el fabricante COMAC está acelerando la puesta en servicio del C919 un avión que compite en linea directa con el 737 MAX de Boeing y el A320neo de Airbus.
Yendo al plano global, existe una gran incertidumbre relacionada con las posturas y los motivos de las autoridades de certificación globales que puedan tener en cuenta, a la hora de autorizar nuevamente las operaciones de los 737-MAX. Muchas de estas organizaciones parecen estar influenciadas por la política y la opinión pública o buscan cambiar su posición en el orden jerárquico de las autoridades de certificación. Esto introduce cierto riesgo para el consenso actual, en torno a la fecha específica para definir la situación y se habla de una extensión de 3 a 6 meses
La misma incertidumbre gira alrededor de cuándo se publicarán los resultados finales de las investigaciones de los accidentes fatales del JT610 de Lior Air y del ET302 de Ethiopian Airlines, esto podría se determinante para el regreso a los cielos de los 737-MAX